Preparar a tu hijo para el inicio de curso es un paso fundamental, especialmente si es su primera vez. Desde establecer rutinas escolares hasta gestionar los nervios del primer día, cada detalle cuenta para ayudar a tu hijo a sentirse confiado y motivado. En CEI La Brujita tenemos como objetivo acompañar a los más pequeños, por ello queremos darte una serie de consejos para preparar a tu hijo para el inicio de curso para hacérselo lo más fácil posible.

Cómo establecer rutinas antes del inicio del curso

Las rutinas escolares son esenciales para que los niños se adapten al ritmo académico tras las vacaciones. Comienza ajustando los horarios de sueño al menos dos semanas antes del inicio del curso. Esto permite que el cuerpo de tu hijo se acostumbre gradualmente a levantarse temprano y a mantener una rutina diurna estructurada.

Un elemento clave es crear un horario diario que incluya tiempos para actividades como las comidas, el estudio y el tiempo libre. Por ejemplo, establece una hora fija para desayunar y para hacer tareas o repasar materiales. Las rutinas también deben incluir momentos para relajarse, como leer un libro o jugar al aire libre, para evitar el estrés innecesario.

También puedes involucrar a tu hijo en la planificación de estas rutinas. Esto no solo le dará un sentido de responsabilidad, sino que también hará que se sienta más comprometido con las actividades diarias.

 

Preparar el material escolar y la mochila

El material escolar es una parte esencial del inicio de curso y contar con él puede marcar la diferencia en la confianza de tu hijo. Comienza revisando la lista de objetos escolares proporcionada por la escuela, si la proporciona. Si no te la diese, pregúntale a tu hijo para así poder asegurar que todos los elementos estén listos antes del primer día, desde los cuadernos hasta los lápices y marcadores.

Invita a tu hijo a participar en la preparación del material escolar. Permítele elegir algunos artículos, como una mochila que le guste o estuches con diseños atractivos. Esto le dará un sentido de propiedad sobre sus pertenencias y aumentará su entusiasmo por comenzar el curso.

Organiza la mochila con tu hijo un par de días antes del inicio de clases. Explícale cómo distribuir los objetos de manera eficiente para que pueda encontrar lo que necesita rápidamente. Por ejemplo, coloca los cuadernos en un compartimento principal y guarda objetos más pequeños, como lápices o borradores, en bolsillos secundarios. Esta organización también contribuirá a fomentar la autonomía y el orden.

Manejar la ansiedad y los nervios del primer día

 

Manejar la ansiedad y los nervios del primer día

Los nervios del primer día son comunes en los niños, especialmente si están cambiando de escuela o empezando una etapa académica diferente. Para ayudar a tu hijo a manejar esta ansiedad, es importante escuchar sus preocupaciones y validar sus sentimientos. Anímalo a expresar lo que le inquieta y proporciónale palabras de aliento.

Practicar la rutina del primer día puede ser muy útil. Haz un ensayo de lo que sucederá, desde levantarse temprano hasta llegar al aula. Esto ayudará a reducir el miedo a lo desconocido y le dará confianza.

Hablar de las experiencias positivas también puede aliviar los nervios del primer día. Recuérdale momentos agradables de cursos anteriores, como hacer nuevos amigos o aprender algo interesante. Si es posible, organiza encuentros con compañeros antes del inicio del curso para que comience a socializar en un entorno relajado.

 

La importancia de un buen descanso y alimentación

El descanso y la alimentación adecuada son fundamentales para que tu hijo enfrente el inicio de curso con energía y concentración. Las rutinas escolares deben incluir un horario de sueño regular que garantice que tu hijo duerma las horas recomendadas para su edad. Un buen descanso mejora la memoria, la atención y el estado de ánimo, lo que facilita el aprendizaje.

En cuanto a la alimentación, asegúrate de que tu hijo comience el día con un desayuno equilibrado. Incluye alimentos ricos en nutrientes como frutas, cereales integrales y proteínas. Esto le proporcionará la energía necesaria para afrontar las primeras horas de clase.

Planifica también desayunos saludables para llevar a la escuela. Opta por opciones como frutos secos, yogur o barras de cereales bajas en azúcar. Estas alternativas son fáciles de transportar y mantienen los niveles de energía estables durante el día.

El equilibrio entre el descanso y una buena alimentación no solo contribuye al bienestar físico, sino que también ayuda a reducir los nervios del primer día. Un niño bien descansado y nutrido estará más preparado para adaptarse a las exigencias académicas y sociales. Para esto es fundamental, por ello entre nuestros servicios contamos con un menú elaborado por un nutricionista.

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